65 horas: Hazte el sueco

La sección juvenil de UGT Catalunya, Avalot, ha lanzado una cibercampaña contra la directiva europea de las 65 horas, con un resultado espectacular: en apenas una semana, los eurodiputados españoles han recibido ya 121.608 correos electrónicos para que voten en contra de la directiva que amplía la jornada laboral máxima a 60-65 horas semanales (ahora es de 48).

Este es un fragmento del e-mail enviado a los europarlamentarios: "Como trabajador y ciudadano del estado que usted representa no podemos aceptar el atraso signficativo que supone volver a una situación respecto a la organización del trabajo y la jornada laboral de inicios de la industrialización. La flexibilidad laboral no significa que podamos retrotraernos a la época de las colonias fabriles y abandonar el contrato social que hemos construido los europeos".

También existe un grupo en Facebook, com más de 4.000 personas...

¿Hambre infinita?

Mucho se está escribiendo en los últimos meses sobre la crisis alimentaria global, que agrava la situación de los 850 millones de personas que padecen hambre crónica en todo el planeta, y que amenaza con sumar a tan macabro club a 100 millones de personas más en apenas unos meses.

Que si la culpa la tiene el petróleo y su precio, que si la producción de agrocombustibles, que si es porque India y China modifican sus hábitos alimentarios e incrementan la demanda, que si las sequías e inundaciones acentuadas por el cambio climático, que si las reglas comerciales internacionales... De todo un poco.

Pero creo que algunos olvidan cifras relevantes, que pillo de artículos de Canal Solidario y Diagonal. Así, el estudio anual del SIPRI, prestigioso centro sueco de investigación para la paz, revela que el gasto militar mundial en 2007 fue de 847.000 millones de euros, un 6% superior a 2006, un 45% superior a 1998. España gastó 14.600 millones. Pues bien, la reciente cumbre “de alto nivel” de la FAO (lo de “alto nivel” es suyo) acordó destinar 4.500 millones de euros a combatir el hambre y la actual crisis. La relación entre gasto militar y las aportaciones internacionales para paliar el hambre en el mundo es, pues, de 190 a 1.

Más cifras. Las tres transnacionales de la alimentación y el agrobusiness (Cargill, Bunge y ADM), que controlan el 80% de la comercialización de cereales en el mundo, han aumentado sus beneficios en lo que llevamos de 2008 entre el 55% y el 189%. No está nada mal para una época de crisis...

Está claro que se puede acabar con el hambre. Cuando algunos quieran, los que mandan, el hambre se reducirá. Así de sencillo.

Desarrollo sostenible

El Roto, en EL PAIS.

Google ¿filtro de la realidad?

En ALAInet leo un interesante artículo sobre un estudio de la universidad austríaca de Graz, que cuestiona el comportamiento “monopolista” de Google a la hora de determinar cómo los internautas buscamos y accedemos a la información.

Además, denuncia lo que ya todos sabemos: lo que los autores del artículo llaman el “Síndrome Google de cortar y pegar”. Esa práctica tan burda pero ya tan universal de presuntos autores, investigadores, periodistas, bloggers, que elaboran sus escritos, trabajos académicos, tesis universitarias, columnas, blogs, etc. con el corta y pega, y encima sin citar a las fuentes.

Google sólo tiene 10 años (¿?) pero ya factura 16.000 millones de dólares (!!). Google desarrolló un proceso jerárquico y naturalmente selectivo a lo Darwin de búsqueda de información, que ha colado sin que nadie rechiste. Lo que sale en Google, es. Lo que no sale, puede que ya ni exista. Los autores del estudio denuncian una auténtica “googlearización” de la realidad.

Cuando el año pasado realicé un posgrado de cooperación al desarrollo, más de dos profesores nos advirtieron de que estaba prohibido utilizar Google para rellenar los trabajos de fin de curso: el corta y pega. Yo, que ya tengo una edad y terminé la carrera en la época anterior a internet y casi casi pre PC, creí que se cachondeaban. ¿Para qué cortar y pegar contenidos en un posgrado de especialización? Pues bien, un par de compañeros tumbaron la asignatura por el “Síndrome Google de cortar y pegar”. La cosa es seria y algunas universidades ya aplican algún programa de detección de copias, que rastrea la Red para detectar fraudes de sus alumnos.

Y cito (que no copio) el artículo: “Google parece querer codificar todas las informaciones circulantes en el planeta, según criterios que no siempre privilegian el interés público. Más que enfatizar a Google como la “empresa del siglo XXI”, la Universidad de Graz presta un gran servicio al concienciar a los internautas de los límites y peligros de esa estrategia”.

Y termino, porque al final el monstruo Google se va a enfadar y me cerrará el blog. Pero qué cosas cuento..., en su casa y en sus propias narices... Ay...

+ El artículo en ALAInet, con enlace al estudio completo.
+ Artículo sobre la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación a Google, en Guerra Eterna. Titular: "Parece ridículo premiar la retórica de una empresa que busca ante todo mejorar su cuenta de resultados"

Para desarmar la palabra

La palabra suele tener un sentido (o más) y desempeña un papel que va más allá de la simple transmisión de datos y conocimientos. Por eso es tan importante para los medios de comunicación ser plenamente consciente del lenguaje que utilizan. Las palabras pueden ser armas, y de hecho lo son muchas veces en el tratamiento informativo, sesgado, de muchos conflictos.

Desde Colombia, Medios para la Paz tiene un diccionario de términos del conflicto, Para desarmar la palabra. La organización intenta evitar que los medios reproduzcan a ciegas el lenguaje de los actores armados. Que destierren lo bélico, algo siempre interesado, y empiecen a construir mensajes de paz o, al menos, sean ecuánimes. Que ejerzan un periodismo responsable, vamos.

A los que no somos colombianos este libro nos sirve también para familiarizarnos con conceptos utilizados en el conflicto por los actores armados. Así, las “abejitas” son los niños soldado reclutados por la guerrilla (“que pueden picar al enemigo antes de que este se dé cuenta”); un “muñeco” es un cadáver para los asesinos a sueldo, los sicarios, y la “niña” es la ametralladora.

Llamar “muñeco” a una vida humana que fue arrancada violentamente y por dinero, o “niña” a una máquina de matar, nos muestra llanamente el drama y la catadura moral de un conflicto que está desangrando a un país desde hace más de 40 años.

+ Versión en línea del diccionario

TV Maya

Hace unos meses llegó la tele maya a Guatemala.

Cinco años después de recibir los derechos para utilizar la frecuencia de un antiguo canal de televisión, la Academia de las Lenguas Mayas de Guatemala ha abierto TV Maya, para difundir los valores y las lenguas de las 24 culturas mayas existentes en el país centroamericano.

Aunque no llegan aún a todo el territorio, sus promotores esperan cubrirlo pronto. De momento, por el enorme costo de mantener una TV, únicamente emiten media con la idea de llegar a las tres horas a finales de año. Parte de su programación es la explicación del significado de cada día por el calendario maya.

Parece mentira que los pueblos originarios de Guatemala, los pueblos mayas (la mitad de la población), hayan tenido que esperar hasta hoy para verse en la tele. Aunque sea media hora. Con la fuerte y tradicional marginación social, política, económica que sufren (el poder blanco, ladino, de Guatemala es fuertemente racista), este parece un primer e importante paso, y más simbólico de lo que parece.

Que los pueblos mayas se reconozcan en la tele, y protagonicen sus emisiones, va a facilitar que se articulen y participen en la construcción de un país multiétnico y pluricultural que las élites siempre han querido esconder. La Guatemala plural empieza a visualizarse en los hogares del país.

Guatemala hasta bien poquito no tenía ni tele en blanco y negro. Era blanca. Ahora ya la tiene con algo más de color. Y es más bonita, seguro.