Entre los Simios

30/12/09

La importancia del mensaje

Original y bien pensado el diseño de esta camiseta del comité español de ACNUR. Llama la atención, conecta con algo que está en la calle y lanza el mensaje esencial para ACNUR: los refugiados no tienen casa, y ese es principalmente el problema que intentan resolver. Es una organización que mima, que cuida su mensaje, de los más logrados en esta web de camiseta solidaria.

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22/12/09

Soy el rey del comentario

Por fin. Por fin alguien cuestiona los comentarios en las noticias. La cada vez más grande y necesaria Milagros Pérez Oliva (EL PAIS) se hizo cargo de la defensoría del lector en tiempos revueltos para su empresa, pero sus escritos dominicales son siempre de una gran profesionalidad y de obligada lectura para cualquier persona interesada en los entresijos del periodismo y la comunicación. Carga sin reservas contra lo que ve mal, critica el rumbo, o actual desgobierno más bien..., de EL PAIS, y que cada palo aguante su vela... Brillante, y valiente. Sin comparar, pero otras figuras similares de periódicos considerados de referencia se quedan apenas en la anécdota del pie de foto equivocado o del titular faltón, sin profundizar apenas, ni (lo peor) sacudir a la redacción y sus responsables para que reaccionen...

Pues bien, en su artículo del domingo pasado, Pérez Oliva recoge la inquietud creciente de lector@s de su periódico por el descontrol de los comentarios a noticias en la edición digital de EL PAIS. Algunas dudas que plantea la gente: ¿bajo qué criterios se moderan los comentarios? ¿Hay censura? ¿Por qué todos los comentarios parecen escritos por auténticos ultras de todas las ideologías y no por personas que buscan conversar, intercambiar puntos de vista y debatir civilizadamente? ¿Es eso constructivo? ¿Qué valor añadido aportan a un periódico este tipo de conversaciones, digamos, tóxicas?

Con la perspectiva del tiempo, creo sinceramente que lo que en un principio parecía un instrumento potente de interacción y participación del lector, ahora es ruido, ruido, y más ruido... Y mala educación, violencia escudada en el anonimato de un comentario, extremismos, insultos soeces... A mí personalmente todo esto ya no me aporta nada y paso de los comentarios: ni los leo ni participo, es una auténtica pérdida de tiempo. ¿Solución? Pérez Oliva aboga por limitar o restringir el anonimato para escribir comentarios. Se reducen los participantes, seguro, pero se gana en conversación y debate constructivo. La defensora del lector de EL PAIS reclama al final del artículo una revisión del sistema de comentarios a noticias en su medio. ¿Van a hacerle caso? ¿Alguien se atreverá a meter mano a la quintaesencia de la participación del lector, a ese supuesto plus del medio convencional que se torna modernamente interactivo?

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3/12/09

Cambio climático en la frente

Lo he visto en Bolivia. Hablamos del cambio climático y del calentamiento global pero en pocas ocasiones tenemos delante un ejemplo demoledor de sus efectos y consecuencias. Pues hoy lo he visto: el cambio climático ante mis ojos. Muy perturbador.


Esto es (era) la bahía de Cohana, en la cuenca del Katari, río que desemboca en el gran lago Titicaca. Está en Bolivia, a pocos quilómetros de El Alto, la gran ciudad nacida al rebufo de La Paz, justo donde surge el altiplano, que cumple sólo 24 años y que hoy ya concentra a un millón de personas, con un crecimiento anual del 5-7% de su población...

Pues bien, lo que en los años 90 era un precioso lago menor del Titicaca en el que sus habitantes aymaras cruzaban de punta a punta en pequeñas embarcaciones y pescaban, ahora es una pequeña lengua de mar que sólo crece con las lluvias y que prácticamente desaparece cuando no llueve.


Los glaciares de la Cordillera Real que alimentan los ríos llevan menos agua y retroceden años tras año, y así en Cohana sus habitantes se han visto obligados a abandonar la pesca y pasarse a la ganadería. Producen carne para alimentar al millón de personas de El Alto. Consecuencia: mucha más contaminación para el lago. Las 35.000 reses de la zona contaminan más que toda la población de El Alto. Si a eso sumamos los productos químicos que vierte la industria minera de la zona, el panorama es desolador. Menos agua y mucho más contaminada, hasta el punto de que los habitantes de Cohana no suelen desvelar el origen de sus productos por temor al rechazo de la contaminación de sus aguas.

A pocos días de Copenhaguen, de la cumbre sobre el cambio climático, hay que dejar bien claro que esto no es un juego ni una broma. Países como Bolivia, que emite sólo el 0,3% del dióxido de carbono mundial, son de los más castigados por los efectos del calentamiento global, hasta el punto de ver amenazado seriamente el futuro suministro de agua de dos millones de personas en La Paz y El Alto. Y de cargarse ecosistemas y modificar usos económicos ancestrales de la población de Cohana. Lo dicho, todo muy inquietante, y ante mis asustados ojos.

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