Entre los Simios

2/3/10

¿Perio... qué?



Buen reportaje el de ayer en el 30 Minuts de TV3 sobre la crisis de las empresas periodísticas, en especial de la prensa escrita, y la irrupción de las publicaciones digitales y los contenidos on line. Algún toque de periodismo ciudadano pero demasiado breve y poco original: la foto desde el móvil... ¿sólo eso es periodismo ciudadano? ¡¡Hay mucho más!!

Interesantes reflexiones de algunos profesionales que se bajan del carro (ellos que pueden...), cansados de los vaivenes económicos, la inestabilidad, la precariedad y la mercantilización de la información por parte de los grandes grupos de comunicación. Bru Rovira (ex de La Vanguardia) dice que está muy tranquilo por haber dejado a estas empresas, porque "prefiere no tener trabajo a no tener libertad. El periodismo debe reescribirse, y desde fuera es más cómodo volver a ese “periodismo de carretera secundaria", que para mí es el esencial".

Una periodista norteamericana también apunta algo bastante clave: en los años 90 los periódicos tenían un márgen de beneficios del 11% y hoy en día no están satisfechos sino ganan el 23% más cada año. ¿Es que los grandes grupos están en esto de la información simplemente para forrarse y ganar más y más como los bancos?

La conversión de la información en un simple bien, en una mercancía, es uno de los grandes males. Bru Rovira explica que "es como si en un hospital el sistema de salud lo diseña la gerencia del hospital únicamente porque tiene problemas económicos": abandonan la atención a los pacientes y las prioridades sanitarias y programan únicamente operaciones que le son rentables. Algo de esto ha sucedido en el mundo de la comunicación. "Por buscar una rentabilidad, el periodismo se ha olvidado de lo esencial: de su función y servicio a la sociedad", dice Rovira.

Pero me deja boquiabierto, por sintomático, lo del kiosko de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Autònoma de Barcelona. Venden un 20% de los diarios que vendían apenas unos años atrás, y sólo sobreviven vendiendo gominolas y chuches. Me impactó ver ese quiosco conocido (bueno, de 15 años atrás...) apenas sin periódicos ni revistas, y lleno de comida, como un súper... en una facultad para futuros periodistas...

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