Lo que funciona y lo que no
Poca perspectiva, seis días, pero suficiente para extraer primeras constataciones de lo que funciona y lo que no, en la gestión del desastre de Haití. Funciona:
- Solidaridad récord en todo el mundo. Las ONG, casi desbordadas por las aportaciones económicas. El mundo recuerda el tsunami de 2004 y reacciona rápido. Pese a las alarmistas informaciones de los medios, la ayuda internacional ha sido muy rápida y, sobre todo la hospitalaria, llega y empieza a surtir efecto. Ya son numerosas las ONG que explican que sí asisten a la población (aunque, claro, su actuación siempre será insuficiente por la magnitud del desastre: oficialmente 70.000 muertos, 250.000 heridos, tres millones de damnificados, 300.000 personas sin hogar sólo en Port-au-Prince...)
- República Dominicana, el país vecino, está funcionando como plataforma logística y de coordinación de la ayuda frente al descabezamiento de las estructuras locales e internacionales de ayuda en Haití. Recordamos que la sede de la misión de la ONU se derrumbó y un centenar de sus funcionarios siguen desaparecidos...
- Ya se han enterrado 70.000 cuerpos, con lo que el riesgo de epidemias empieza a estar bajo control.
No funciona:
- Cobertura mediática: mucho más macabra y morbosa que en 2004 con el tsunami. La televisión-espectáculo se jarta de imágenes truculentas de cadáveres. Creo que no es necesario lo que vemos estos días para despertar la solidaridad con Haití: ya somos mayorcitos y entendemos la dimensión de la tragedia. No es necesaria tanta sangre. Y otra, no menos importante, como leí hoy por ahí: ¿por qué vemos masivamente cadáveres de negros y pobres haitianos, o iraquíes o afganos, y (casi) nunca de blancos, occidentales? ¿Por qué se nos ocultan los muertos del 11-S y los de Haití nos golpean sin miramientos? ¿Quién o qué filtra eso? Para los medios de comunicación más cercanos está claro que sigue habiendo muertos de primera y de segunda categoría... No aprenden.
- Riesgo ya clarísimo de militarización de la ayuda humanitaria, con todo lo que supone de riesgo. Para empezar, la cifra. El envío de entre 10 y 15.000 marines norteamericanos para una población de unos 9 millones de personas... vamos, es muy exagerado. Algunas voces, como Francia, ya cuestionan el papel real de EE UU en la crisis. Una cosa es que, por el colapso total del estado haitiano, garanticen la seguridad y otra es que los marines se apropien de su aeropuerto y del país, y envíen portaaviones. Y encima con mala praxis humanitaria, como vemos por televisión: en el primer reparto de los norteamericanos lanzan la ayuda desde el aire, desde un helicóptero, sin ningún control. No se hace así: riesgo para los que están debajo, desesperados, esperando el paquete, y luchas y peleas para hacerse con la ayuda: la ley del más fuerte... Los marines estarán muy cachas y serán auténticas bestias de matar, pero no son actores humanitarios y no deben participar en el reparto de la ayuda, sí en cuestiones de apoyo logístico.
- Solidaridad récord en todo el mundo. Las ONG, casi desbordadas por las aportaciones económicas. El mundo recuerda el tsunami de 2004 y reacciona rápido. Pese a las alarmistas informaciones de los medios, la ayuda internacional ha sido muy rápida y, sobre todo la hospitalaria, llega y empieza a surtir efecto. Ya son numerosas las ONG que explican que sí asisten a la población (aunque, claro, su actuación siempre será insuficiente por la magnitud del desastre: oficialmente 70.000 muertos, 250.000 heridos, tres millones de damnificados, 300.000 personas sin hogar sólo en Port-au-Prince...)
- República Dominicana, el país vecino, está funcionando como plataforma logística y de coordinación de la ayuda frente al descabezamiento de las estructuras locales e internacionales de ayuda en Haití. Recordamos que la sede de la misión de la ONU se derrumbó y un centenar de sus funcionarios siguen desaparecidos...
- Ya se han enterrado 70.000 cuerpos, con lo que el riesgo de epidemias empieza a estar bajo control.
No funciona:
- Cobertura mediática: mucho más macabra y morbosa que en 2004 con el tsunami. La televisión-espectáculo se jarta de imágenes truculentas de cadáveres. Creo que no es necesario lo que vemos estos días para despertar la solidaridad con Haití: ya somos mayorcitos y entendemos la dimensión de la tragedia. No es necesaria tanta sangre. Y otra, no menos importante, como leí hoy por ahí: ¿por qué vemos masivamente cadáveres de negros y pobres haitianos, o iraquíes o afganos, y (casi) nunca de blancos, occidentales? ¿Por qué se nos ocultan los muertos del 11-S y los de Haití nos golpean sin miramientos? ¿Quién o qué filtra eso? Para los medios de comunicación más cercanos está claro que sigue habiendo muertos de primera y de segunda categoría... No aprenden.
- Riesgo ya clarísimo de militarización de la ayuda humanitaria, con todo lo que supone de riesgo. Para empezar, la cifra. El envío de entre 10 y 15.000 marines norteamericanos para una población de unos 9 millones de personas... vamos, es muy exagerado. Algunas voces, como Francia, ya cuestionan el papel real de EE UU en la crisis. Una cosa es que, por el colapso total del estado haitiano, garanticen la seguridad y otra es que los marines se apropien de su aeropuerto y del país, y envíen portaaviones. Y encima con mala praxis humanitaria, como vemos por televisión: en el primer reparto de los norteamericanos lanzan la ayuda desde el aire, desde un helicóptero, sin ningún control. No se hace así: riesgo para los que están debajo, desesperados, esperando el paquete, y luchas y peleas para hacerse con la ayuda: la ley del más fuerte... Los marines estarán muy cachas y serán auténticas bestias de matar, pero no son actores humanitarios y no deben participar en el reparto de la ayuda, sí en cuestiones de apoyo logístico.
Etiquetas: Cooperación al desarrollo, Solidaridad y ONG
2 Comentarios:
Sabias palabras, mientras tanto la historia se repite, los nativos sufre por que la tierra se enoja, y los americanos vienen a salvar el mundo, con militares. Estoy hablando de Avatar.
Fuera de ironías muy bueno tu artículo.
anotó Liliana, a las 8:49 p. m.
Gracias por tu comentario, Liliana. Hoy mismo leía que la auténtica preocupación de los norteamericanos con Haití es contener cualquier oleada migratoria... Yo, la verdad, con el histórico de EEUU en la región , y pese a Obama, no me creo que 15.000 marines estén en la isla sólo para ayudar.
anotó Dani Vilaró, a las 4:40 p. m.
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