Entre los Simios

31/1/09

Quilombolas

No hay nada más interesante que descubrir una realidad que desconoces. Para mí, es emocionante. Me pasó ayer con los quilombolas, los afrodescendientes brasileños de los esclavos africanos, mayoritariamente procendentes de Angola, que viven en los estados norteños de Brasil, desde Bahía hasta la Guyana, desde el mar hasta la profundidad de la selva amazónica. En Pará, el estado donde está Belém, son especialmente numerosos y están muy organizados. Visitando su carpa en el FSM, la de la Afronegritude, conocí su realidad: una historia y unos procesos actuales de recuperación cultural y de tradiciones muy interesantes.

Los quilombolas son descendientes de los esclavos negros africanos que, al huir y escapar de las plantaciones de café o de caña de azúcar de sus amos blancos, se adentraban en las tierras inhóspitas de la Amazonía para protegerse y resistir desde el quilombo. El esclavismo en Brasil no fue abolido hasta 1888... Una vez allí, en armonía con los indígenas, los negros constituían sus propias comunidades autogestionadas, sin presencia del Estado. Hasta 1988 la Constitución federal de Brasil no reconoció el derecho a la propiedad de la tierra para las comunidades quilombolas.

Esas son las comunidades que irrumpen ahora desde esos territorios para reclamar su identidad, su cultura, su tradición, su música, su lengua propia, mezcla del brasileño y de lenguas africanas. Para determinar que existen, el Proyecto de Nueva Cartografía Social de la Amazonía las identifica, junto a las comunidades indígenas. Hasta el momento se conoce que son más de 3.000 comunidades en todo el país, y hasta 3 millones de personas en Brasil son de raza negra.

Hablamos con Daniel Malungu, líder quilombola de Pará, que nos cuenta que lo negro en Brasil aún se conoce poco, es poco visible, también porque Brasil es un país muy racista. “La Amazonía no es sólo indígena, es negra también. Y a nosotros también se nos debe reconocer ese derecho a mantener nuestra identidad quilombola”. Para eso luego se ponen a bailar algo que indudablemente es 100% africano. E invocan a Zumbi, la diosa de las demandas… pero también de la guerra. Vamos, que están dispuestos a defender lo suyo.

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