MST, 25 años (2)
El campamento 17 de abril está en Itararé, pequeño municipio al lado de Itapeva. 120 familias ocuparon un pedacito de tierra de la fazenda Ibiti, explotada por dos empresas de plantaciones de eucalipto. Los árboles se destinan a la tala, para producir madera. Grandes extensiones de tierra pobladas de eucaliptos a un lado y otro de la carretera que une Itararé e Itapeva. A los pocos días, los propietarios obligan a desmontar el campamento, que se traslada a un terreno de 30 hectáreas propiedad del municipio. Y ahí llevan dos meses y medio, bajo las lonas negras, aguantando el frío y la lluvia pero conscientes de su camino sin marcha atrás. Cuando nace un campamento del MST ya no hay vuelta posible. O se consolida la ocupación con un futuro asentamiento y la intervención estatal, o se traslada el campamento y sus gentes a otra parte hasta que sea necesario y se logre el ansiado acceso a la tierra improductiva.
Las gentes del campamento 17 de abril y del comité regional del MST en Itapeva hoy están intranquilas porque recibieron una notificación judicial que obliga al desalojo del campamento. El ayuntamiento de Itararé alega que ocupan tierras afectadas por la construcción de un pequeño aeropuerto y que, en cualquier caso, es competencia del Estado resolver la cuestión de la propiedad de la tierra. Allí no pueden seguir. Pelotas fuera...
Pasamos toda la tarde intentando entrevistarnos con responsables del ayuntamiento, el alcalde no está. Un asesor de comunicación del ayuntamiento nos mira, detecta que somos extranjeros, posiblemente europeos, y que llevamos cámaras de TV. Amablemente nos pregunta, nos informa de que no se podrá entrar con cámaras a la reunión y nos invita a tomar café. Nos extrañamos: ¿Y ellos, no? Rápidamente se da cuenta del error y ofrece café a todo el grupo. Tras el café y dos horas de espera, nos recibe una pequeña comisión formada por asesores del ayuntamiento y abogados. Se entabla una negociación de más de una hora. Las posiciones no se mueven. El ayuntamiento no quiere que siga el campamento. La gente del MST exige al consistorio que se responsabilice de la situación de esas personas: en algún sitio tienen que estar. Hay familias enteras.
Finalmente se pacta un desalojo tranquilo, en tres o cuatro días, y la posterior reubicación provisional en otras tierras del municipio. El campamento 17 de abril se trasladará a pie de carretera para visibilizar la lucha y que el ayuntamiento se vea obligado a cumplir el compromiso. Magnolia, la joven dirigente regional del MST en Itapeva, sonríe, pese a la tensión del día. "Duro, verdad?", le decimos. "Bueno, estamos acostumbrados...". Nos subimos a la furgoneta y nos dirigimos al campamento 17 de abril para informar a sus ocupantes en asamblea. Ya anochece en Itararé, pero las caras de los jóvenes del MST muestran una satisfacción contenida. Se ha evitado el desalojo por unos días, y se ha pactado la reubicación del campamento. Pero la lucha sigue.
+ Mis fotos del MST en Flickr
Etiquetas: Solidaridad y ONG
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Volver a página principal