El miedo
Es el título de una de las novelas más destacadas sobre la Primera Guerra Mundial, de Gabriel Chevallier, que se ha publicado por primera vez en España este año (por Acantilado en castellano, por Quaderns Crema en catalán, La por).
Insuperable carta de presentación, al menos para mí: este libro fue prohibido en 1939 al estallar la Segunda Guerra Mundial por "espíritu antipatriota". La novela, autobiográfica porque Chevallier estuvo cuatro años en el frente como soldado raso, desmonta con crudeza y un lenguaje directo y descarnado la idea romántica de la guerra, su supuesto carácter "moralizante, purificador, redentor"... En las páginas de El Miedo no aparecen héroes, sino soldados barbudos, con piojos, y, sobre todo, con miedo... Que buscan por todos los medios ser heridos o autolesionarse para alejarse del frente y de las trincheras.
"La cosa comienza como una fiesta", explica el autor. Pero todos sabemos el final: muerte, destrucción... "En unos pocos días la civilización es aniquilada". Reciben duras puyas los que mandan a la gente a la guerra, algo que siempre será así, en 1914, en 1939, y hoy en día (Irak, Afganistán...): "... el emperador y sus consejeros, que se creen fuertes y sobrehumanos, árbitros de nuestros destinos y que no son más que unos miserables imbéciles. Su vanidad de imbéciles pierde al mundo. Millones de hombres forman rebaños sin cuento que unos pastores con galones conducen al matadero, al son de la música". Demoledor. Y esencial para el antibelicismo de todo tipo.
+ Y yo sin enterarme (septiembre 2008)
+ Habla el reportero de Faluya (noviembre 2004)
+ Ante el dolor de los demás (mayo 2004)
Insuperable carta de presentación, al menos para mí: este libro fue prohibido en 1939 al estallar la Segunda Guerra Mundial por "espíritu antipatriota". La novela, autobiográfica porque Chevallier estuvo cuatro años en el frente como soldado raso, desmonta con crudeza y un lenguaje directo y descarnado la idea romántica de la guerra, su supuesto carácter "moralizante, purificador, redentor"... En las páginas de El Miedo no aparecen héroes, sino soldados barbudos, con piojos, y, sobre todo, con miedo... Que buscan por todos los medios ser heridos o autolesionarse para alejarse del frente y de las trincheras.
"La cosa comienza como una fiesta", explica el autor. Pero todos sabemos el final: muerte, destrucción... "En unos pocos días la civilización es aniquilada". Reciben duras puyas los que mandan a la gente a la guerra, algo que siempre será así, en 1914, en 1939, y hoy en día (Irak, Afganistán...): "... el emperador y sus consejeros, que se creen fuertes y sobrehumanos, árbitros de nuestros destinos y que no son más que unos miserables imbéciles. Su vanidad de imbéciles pierde al mundo. Millones de hombres forman rebaños sin cuento que unos pastores con galones conducen al matadero, al son de la música". Demoledor. Y esencial para el antibelicismo de todo tipo.
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Etiquetas: Guerra y paz, Libros
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