Transgénicos
Los organismos modificados genéticamente (OGM), o simplemente transgénicos, son organismos vivos creados artificialmente manipulando sus genes. Mediante esta tranformación se franquean las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían antes en la naturaleza y cuyos efectos sobre el medio o sobre las persones se desconocen. Teniendo en cuenta que en España el 66% de la soja consumida es transgénica, o que es el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala (sobretodo maíz), es muy oportuno formularse preguntas y dudas sobre la conveniencia de apostar por este tipo de productos.
Según la organización ecologista Greenpeace, los riesgos para el medio ambiente en el cultivo de transgénicos son "el incremento del uso de tóxicos en la agricultura, la contaminación genética, la contaminación del suelo, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de resistencias en insectos y malas hierbas o los efectos no deseados en otros organismos". Tampoco se sabe si exieten riesgos para la salud de las personas, sencillamente porque no se están evaluando. No está mal. Como mínimo, para aplicar el "principio de precaucación".
En un libro sobre la historia del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil que estoy leyendo, el MST resume su oposición a los transgénicos en algunas razones:
- No hay ninguna seguridad sobre sus efectos en la salud de las personas o de los agricultores que conviven con esas semillas.
- No hay ninguna seguridad sobre sus efectos en el medio ambiente, ya que esos seres vivos no existían antes en la naturaleza.
- Las investigaciones de semillas y transgénicos realizadas por las empresas tienen por único objetivo aumentar sus beneficios y no el bienestar de la población.
- No hay ninguna prueba de que las semillas transgénicas sean más productivas.
- El 97% de las semillas transgénicas existentes en el mercado ven obligada su utilización con algún tipo de agrotóxico, insecticida químico, etc.
- Muchas semillas transgénicas son del tipo "terminator", semillas esterilizadas para la utilización de sus frutos como nuevas semillas, obligando a los agricultores a comprar nuevas semillas de laboratorio en cada cosecha, dependiendo siempre de la empresa productora / comercializadora y perdiendo todo tipo de control sobre las semillas.
- Este sistema conduce a un oligopolio. Ocho grandes transnacionales controlan la producción de semillas mediante los transgénicos y la biotecnología (Monsanto, Novartis, DuPont/Pioneer Hi-Bred...) Algunas de ellas son también potentes industrias agroquímicas.
- El hambre en el mundo no es por falta de alimentos (lo dice la ONU-FAO). El gran argumento favorable a los transgénicos (produciremos más, acabaremos con el hambre) se demuestra falso. Es posible tener semillas y alimentos sanos para toda la población mundial respetando el medio ambiente.
+ Campaña sobre transgénicos de Greenpeace
Según la organización ecologista Greenpeace, los riesgos para el medio ambiente en el cultivo de transgénicos son "el incremento del uso de tóxicos en la agricultura, la contaminación genética, la contaminación del suelo, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de resistencias en insectos y malas hierbas o los efectos no deseados en otros organismos". Tampoco se sabe si exieten riesgos para la salud de las personas, sencillamente porque no se están evaluando. No está mal. Como mínimo, para aplicar el "principio de precaucación".
En un libro sobre la historia del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil que estoy leyendo, el MST resume su oposición a los transgénicos en algunas razones:
- No hay ninguna seguridad sobre sus efectos en la salud de las personas o de los agricultores que conviven con esas semillas.
- No hay ninguna seguridad sobre sus efectos en el medio ambiente, ya que esos seres vivos no existían antes en la naturaleza.
- Las investigaciones de semillas y transgénicos realizadas por las empresas tienen por único objetivo aumentar sus beneficios y no el bienestar de la población.
- No hay ninguna prueba de que las semillas transgénicas sean más productivas.
- El 97% de las semillas transgénicas existentes en el mercado ven obligada su utilización con algún tipo de agrotóxico, insecticida químico, etc.
- Muchas semillas transgénicas son del tipo "terminator", semillas esterilizadas para la utilización de sus frutos como nuevas semillas, obligando a los agricultores a comprar nuevas semillas de laboratorio en cada cosecha, dependiendo siempre de la empresa productora / comercializadora y perdiendo todo tipo de control sobre las semillas.
- Este sistema conduce a un oligopolio. Ocho grandes transnacionales controlan la producción de semillas mediante los transgénicos y la biotecnología (Monsanto, Novartis, DuPont/Pioneer Hi-Bred...) Algunas de ellas son también potentes industrias agroquímicas.
- El hambre en el mundo no es por falta de alimentos (lo dice la ONU-FAO). El gran argumento favorable a los transgénicos (produciremos más, acabaremos con el hambre) se demuestra falso. Es posible tener semillas y alimentos sanos para toda la población mundial respetando el medio ambiente.
+ Campaña sobre transgénicos de Greenpeace
Etiquetas: Cooperación al desarrollo, Libros
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