Día Sin Compra
Viernes 26, Día Sin Compra. Casi 3.000 activistas en 120 ciudades de 14 países saldrán a la calle para celebrar el Día Mundial Sin Compra y denunciar la fiebre consumista que nos atrapa como moscas en la miel.
"Participa sin participar" es la filosofía de los organizadores del Día Mundial Sin Compra. Es como un día de huelga del consumidor, una operación de boicot pero sin serlo exactamente: no se dirige a una empresa o producto concreto, sino sólo para cuestionarse la sociedad de consumo en general y sus actitudes, cada vez más agresivas para atraer a la gente al centro comercial.
Los promotores de la jornada invitan a la población a no acudir a comercios y grandes almacenes, reducir al máximo las compras de esa jornada limitándolas a lo básico y necesario o, incluso, dejarlo para otro día... Es lo que haré, imagino.
Es verdad que asistimos a una obscena y curiosa anticipación de las navidades. Años atrás, lo recuerdo, la fiebre consumista arrancaba un par de semanas antes de Navidad: ahora la incitación a la compra compulsiva se dispara a finales de noviembre. Creo que este mismo fin de semana es cuando en Barcelona se encienden las lucecitas, los adornos colgantes, como grandes semáforos en verde para recordarnos que ya podemos pasar a las tiendas y ocupar los centros comerciales enfundados en nuestro chandalito de fin de semana...
Supongo que el Día Mundial Sin Compra tiene un valor simbólico más que efectivo (en definitiva serán muy pocos los movilizados en la protesta), pero está pensado para cuestionarse nuestro modelo de consumo “homogeneizador, despilfarrador, cínico e individualista, que contribuye al mantenimiento de una situación social y ambiental poco o nada sostenible”, según los organizadores del Buy Nothing Day español, el colectivo Consume Hasta Morir de Ecologistas en Acción.
Y pensar... cuestionarse qué nos venden y cómo nos lo venden es esencial para mantenerse cuerdo ante tanta patochada.
+ Consume Hasta Morir
+ Buy Nothing Day
"Participa sin participar" es la filosofía de los organizadores del Día Mundial Sin Compra. Es como un día de huelga del consumidor, una operación de boicot pero sin serlo exactamente: no se dirige a una empresa o producto concreto, sino sólo para cuestionarse la sociedad de consumo en general y sus actitudes, cada vez más agresivas para atraer a la gente al centro comercial.
Los promotores de la jornada invitan a la población a no acudir a comercios y grandes almacenes, reducir al máximo las compras de esa jornada limitándolas a lo básico y necesario o, incluso, dejarlo para otro día... Es lo que haré, imagino.
Es verdad que asistimos a una obscena y curiosa anticipación de las navidades. Años atrás, lo recuerdo, la fiebre consumista arrancaba un par de semanas antes de Navidad: ahora la incitación a la compra compulsiva se dispara a finales de noviembre. Creo que este mismo fin de semana es cuando en Barcelona se encienden las lucecitas, los adornos colgantes, como grandes semáforos en verde para recordarnos que ya podemos pasar a las tiendas y ocupar los centros comerciales enfundados en nuestro chandalito de fin de semana...
Supongo que el Día Mundial Sin Compra tiene un valor simbólico más que efectivo (en definitiva serán muy pocos los movilizados en la protesta), pero está pensado para cuestionarse nuestro modelo de consumo “homogeneizador, despilfarrador, cínico e individualista, que contribuye al mantenimiento de una situación social y ambiental poco o nada sostenible”, según los organizadores del Buy Nothing Day español, el colectivo Consume Hasta Morir de Ecologistas en Acción.
Y pensar... cuestionarse qué nos venden y cómo nos lo venden es esencial para mantenerse cuerdo ante tanta patochada.
+ Consume Hasta Morir
+ Buy Nothing Day
Etiquetas: Reflexiones
2 Comentarios:
¿sabes lo que me pasa con la celebración de estos días? pues que dudo de la efectividad que puedan tener. claro que puede servir como revulsivo y para hacer pensar a la gente. pero yo creo que deberíamos ir hacia otros derroteros. por ejemplo, no hace mucho hubo una propuesta de no ir a las gasolineras un día para protestar por las subidas de los carburantes. lo encuentro ridículo, porque al día siguiente iríamos todos a reponer la gasolina por necesidad.
en cambio surgió una propuesta alternativa que ví más plausible: se propuso no comprar gasolina en las gasolineras de dos marcas concretas (no recuerdo cuales). la intención es que tú puedas comprar tu gasolina cuando te haga falta , pero no a estas dos marcas. allí sí que alguién notaría el boicot. la idea era que si estas dos marcas, al cabo de un tiempo vieran una bajada sistemática en las ventas, intentarían recuperar su parte de mercado bajando los precios... y así las demás marcas entrarían a competir realmente en los precios.
no se, a lo mejor esw una chorrada, pero me pareció más interesante que un "Día de...".
anotó vegeve, a las 7:04 p. m.
Estoy de acuerdo en lo que dices, en la duda sobre la efectividad de propuestas como este día. Y también en que existen otros mecanismos de boicot y protesta como el que apuntas de la gasolina. Seguro.
Aunque sí creo que es bueno, que ante la avalancha consumista que nos invade desde este fin de semana y hasta Navidad nos preguntemos si esto es sostenible, si es necesario y hasta si es ético... Hace unos años todo era más light, y ahora parece que el que no compra no es feliz. Creo que más que entrar en conceptos como 'utilidad' o 'efectividad' deberíamos entender celebraciones como el Día Sin Compra como algo que nos interpela personalmente, que quiere provocar el debate interno. Conozco personas que ya están celebrando las Navidades de una manera diferente, no consumista. Supongo que ese es el camino que celebraciones como ésta quieren abrir. Sin ninguna otra pretensión que un alto en el camino y tiempo para reflexionar.
anotó Dani Vilaró, a las 9:19 a. m.
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