Cayó el Muro
Lo que queda de Muro de Berlin junto al Spree (Abril 2004)
Hace quince años se desmoronó el Muro de Berlín.
Hoy, con la perspectiva y con aquel tópico de que la historia coloca a cada uno en su sitio, se pueden leer algunas certezas.
Que a la lógica alegría siguió una enorme desilusión. Que más del 17'5% de alemanes del Este están en el paro. Que la Alemania rica del Oeste está en crisis por el enorme coste de esa reunificación que se vendió al mundo como algo grandísimo y que está haciendo sudar la gota gorda al motor de Europa.
Que el 20% de los alemanes del Este votan a los ex comunistas que les encerraron durante cuarenta años en su propio país. Que el 9% vota directamente a la extrema derecha. Ahora todo el mundo coincide en que el asunto se gestionó con prisas e improvisación, siempre malos acompañantes.
Que, como siempre, han perdido aquellos que gritaban "Nosotros somos el pueblo" para enfrentarse a la dictadura y reclamar la libertad. No conocían la dictadura que les caía encima, la más sutil, la otra que los que mandan no osan criticar: la de una libertad y democracia que maltrata a las personas y las pisotea. La del todo vale. La del mercado, la competitividad, los recortes sociales, el endeudamiento.
Todo lo que supongo que algunos (yo no) celebran hoy tras quince años sin muro pero con brecha.
Etiquetas: Política, Reflexiones
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