Hablemos de cosas serias...

Pero en serio de verdad. Hoy se celebra en Nueva York una sesión de alto nivel en Nueva York, en la ONU, para estudiar el grado de cumplimiento y el estado de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la agenda mundial para el desarrollo que nació en 2000 y que establece 8 objetivos básicos a conseguir en 2015.

Son temas como la erradicación del hambre o la de enfermedades como la tuberculosis, la malaria o el sida, la alfabetización de los ñinos y niñas, la equidad mujer-hombre, o la sostenibilidad medioambiental, entre otros. Cruzado ya el ecuador de los ODM, algunos indicadores avanzan lentamente (sida, alfabetización) y otros claramente empeoran (lucha contra el hambre, medio ambiente).

Leo en el último número de Diagonal: con los 200 billones de dólares que la ONG Tax Justice Network ha denunciado que existen en los paraísos fiscales se podría cubrir el objetivo de la ONU de reducir la pobreza a la mitad para 2015, como establece el primero de los ODM. Son 70 paraísos fiscales, con Suiza a la cabeza, los que constituyen un auténtico agujero negro donde se financia el gran crimen organizado, las mafias, el narcotráfico o el terrorismo internacional; donde las transnacionales cuadran la arquitectura de sus contabilidades, donde grandes deportistas evitan pagar impuestos en el país que les vio nacer...

El economista brasileño Emir Sader dice que la culpa de esta situación no es la existencia de los paraíses fiscales, sino el sistema económico que los permite (y que se nutre de ellos). Según esta misma información, el 51% de las compañías del Ibex 35 tienen por lo menos una filial en paraísos fiscales. ¿Con qué intención?

Me gustaría saber si en la sesión de alto nivel de la ONU sobre los ODM, entre foto y canapé, Bush, Zapatero, Sarkozy o Merkel han tratado seriamente esta cuestión.