Desde este lado del mar

Conozco poco a Mariana (en la foto, a la izquierda), pero lo suficiente para decir que me parece una chica inteligente, pequeñita pero vivaz, curiosa, preparada, divertida, reflexiva.

Mariana es argentina y vive en Madrid. Joven periodista, intenta vivir de esta profesión. Con Soraya, una chica ecuatoriana, escribe a cuatro manos el blog Desde este lado del mar, en el gratuito 20 minutos. Allí cuentan experiencias (buenas, malas...), reflexiones, proyectos, ilusiones...

Hipotecas, empleo, seguridad social, consulados, ocio... son algunos de los tags que sobrevuelan su blog. Una vez completado mi paseo por él, me choca (o quizás no debería chocarme, visto lo que dicen y prometen algunos políticos) la brutalidad de algunos, y no precisamente pocos..., comentarios de los lectores. Ahí van algunos:

"Lo tenéis fácil inmigrantes, volved a vuestros países".

"Lo que es una pena es que alguien huya de su país y no se quede a luchar por él. Y que encima venga a decir cómo se tienen que hacer las cosas aquí".

"Aqui a los únicos que se puede deportar es a los inmigrantes y a ver si los deportan rapido a todos a sus países".

La verdad es que asusta pensar qué pasará cuando la xenofobia explote en nuestro país y se articule social y políticamente. Porque pasará: no seremos una excepcíón al resto de Europa.

Mientras, Mariana y otras inmigrantes escribirán su vida, y contarán cómo les cuesta dormir, cómo es el insomnio del inmigrante provocado por el estrés, o cómo jode repetir colas y trámites absurdos en consulados y comisarías de policía. Y algún imbécil les escribirá: "Yo tengo la solución, quedaos en vuestros países".

Entre tanta sordidez, un detalle. Un comentario en el blog que reproduce una sentencia del humorista José Luis Coll: “Lo malo de discutir con los imbéciles es que tienes que ponerte a su altura para que te entiendan; y ahí es donde estás perdido, porque ellos saben hacer el imbécil mucho mejor que tú”.

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