Hambre

La semana pasada, 16 de octubre, fue el Día Mundial de la Alimentación.

El director general de la FAO (Naciones Unidas), Jacques Diouf, hizo un llamado a "cambiar patrones" en la concepción del derecho a la alimentación y recordó que el mundo tiene los recursos para que todo el mundo pueda alimentarse.

¿Qué pasa entonces? ¿Por qué once años después de la Cumbre de la Alimentación de 1996 en Roma que consideraba "vergonzoso" que existiera hambre en el mundo, más de 850 millones de personas aún la padecen? Ahí tenemos ya uno de los Objetivos del Milenio, el primero, que seguro no se va a cumplir...

Diouf habla de "cambiar patrones" pero ya sabemos que la FAO es Naciones Unidas, y Naciones Unidas son las Naciones del mundo, en especial cinco que detentan el poder.

La FAO quiere pero no puede hablar de soberanía alimentaria, el auténtico modelo democrático de lucha contra el hambre antagónico del actual: que prima los mercados locales frente a la exportación, que favorece el acceso a los recursos (tierra, semillas...) de los productores de alimentos, que se opone a la agroindustria que torna la tierra improductiva en pocos años, que destruye el medio natural, que obliga a los campesinos a abandonar su medio de vida para subsistir en los cinturones de pobreza de las grandes metrópolis del Sur.

La soberanía alimentaria, en definitiva, coloca en el centro de la lucha contra el hambre a aquellos que producen alimentos. Esa es la clave. La ONU lo sabe pero no apuesta claramente por un modelo que movimientos sociales como Vía Campesina o los pueblos indígenas ya han adoptado plenamente. Y si no lo hace la ONU ¿quién lo va a hacer? Los que salen ganando con esta historia (EE UU, la UE, Canadá...)?

Si es un hecho que, tras once años, el hambre no se reduce en el mundo (las cifras anuales están ahí, inamovibles), ¿no es el momento de escuchar otras voces, otros modelos? ¿No tienen esta gente derecho a equivocarse como se ha equivocado el modelo imperante? ¿O es que no vamos a escucharles hasta que los hambrientos del mundo sean 1.000 millones?

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