La dignidad
Lo de ayer en la comisión parlamentaria de investigación de los atentados del 11-M en Madrid fue impresionante. Es la primera vez que escribo aquí sobre esta comisión, básicamente porque me parece muy lamentable el espectáculo que está ofreciendo nuestra clase política.
Pero ayer entró aire fresco. Fue muy triste, pero muy necesario: el testimonio de las víctimas. La voz de Pilar Manjón, funcionaria que perdió a su hijo de 20 años en el bombardeo del 11-M en Atocha y las otras estaciones de tren.
Pilar dijo muchas verdades y mostró la dignidad de las víctimas a quiénes ya la han perdido, los políticos que utilizan la comisión de investigación como "arma arrojadiza" y "utilizan a las víctimas con fines partidistas".
Muchas más verdades: falló la previsión, hay que seguir exigiendo responsabilidades, hay que ofrecer reparación y justicia a las víctimas. Lo que hemos visto en la comisión es "política de patio de colegio".
Y la puntilla: sobre las risas y jaleos de determinados diputados ante algunas declaraciones pasadas en la comisión. "¿De que se reían, señorías? ¿qué jaleaban? ¿Qué vitoreaban en ésta su comisión?", dijo Lanjón mirando a los diputados del PP. ¿Era para reírse? ¿Es para reírse uno de los días más negros que ha vivido este país?
Eso me recuerda cierto día, también marcado para siempre, en el que los diputados del PP explotaron en aplausos y vivas por el resultado de una votación. No era la votación de presupuestos o de su aumento de sueldo. Era la votación parlamentaria para ir a la guerra de Irak.
Para ir a una guerra: aplausos y vítores. La misma miseria moral que las risitas y chascarrillos en la comisión de investigación. Asqueroso.
Espero que ayer, más de un político se revolviera inquieto en la cama tras ver y escuchar a Pilar Manjón. Y especialmente tres: Aznar, Acebes, Zaplana. Qué lección, señorías, ¿no creen?
Pero ayer entró aire fresco. Fue muy triste, pero muy necesario: el testimonio de las víctimas. La voz de Pilar Manjón, funcionaria que perdió a su hijo de 20 años en el bombardeo del 11-M en Atocha y las otras estaciones de tren.
Pilar dijo muchas verdades y mostró la dignidad de las víctimas a quiénes ya la han perdido, los políticos que utilizan la comisión de investigación como "arma arrojadiza" y "utilizan a las víctimas con fines partidistas".
Muchas más verdades: falló la previsión, hay que seguir exigiendo responsabilidades, hay que ofrecer reparación y justicia a las víctimas. Lo que hemos visto en la comisión es "política de patio de colegio".
Y la puntilla: sobre las risas y jaleos de determinados diputados ante algunas declaraciones pasadas en la comisión. "¿De que se reían, señorías? ¿qué jaleaban? ¿Qué vitoreaban en ésta su comisión?", dijo Lanjón mirando a los diputados del PP. ¿Era para reírse? ¿Es para reírse uno de los días más negros que ha vivido este país?
Eso me recuerda cierto día, también marcado para siempre, en el que los diputados del PP explotaron en aplausos y vivas por el resultado de una votación. No era la votación de presupuestos o de su aumento de sueldo. Era la votación parlamentaria para ir a la guerra de Irak.
Para ir a una guerra: aplausos y vítores. La misma miseria moral que las risitas y chascarrillos en la comisión de investigación. Asqueroso.
Espero que ayer, más de un político se revolviera inquieto en la cama tras ver y escuchar a Pilar Manjón. Y especialmente tres: Aznar, Acebes, Zaplana. Qué lección, señorías, ¿no creen?
Etiquetas: Política, Reflexiones
2 Comentarios:
es la primera vez que un representante de la ciudadanía puede decir claramente a los diputados que nos parece su trabajo. tenemos suerte de que esta mujer haya sabido expresar con claridad y sin cortapisas, lo que pensamos la mayoría de los ciudadanos.
anotó vegeve, a las 3:24 p. m.
Así es. Aunque la ciudadanía se conmovió con el mensaje de Manjón a los políticos, a los medios (porque supongo que es lo que pensamos todos...), los políticos han tardado bien poco en volver al enfrentamiento partidista. No aprenden... Es miserable de verdad estre divorcio cada vez más acusado entre nuestra clase política y el resto de ciudadanos.
anotó Dani Vilaró, a las 12:00 p. m.
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