Entre los Simios

1/10/04

Koba el temible: ¿libro terrible?

El último libro de Martin Amis ya provocó un terremoto y una agria polémica cuando se publicó en Reino Unido. Su objetivo era criticar la permisividad y comprensión de los intelectuales y la izquierda europea ante el terror de Stalin.

Y uno se mete a leerlo con cierta prevención, porque ya está fatalmente advertido de lo que se va a encontrar. Pero es que es mucho más. La verdad es que el libro engancha (Amis es un excelente narrador): es contundente, con una avalancha de cifras y datos escalofriantes sobre la represión soviética y el hambre en la URSS de Stalin. Está escrito como un libro de apuntes y de notas y el tono es, por decirlo suavemente, de mala leche. Están bien la ironía y la puya, pero cuando se recurre al ataque personal, a la mera descalificación, a la pedorreta y la poca rigurosidad de la anécdota, el libro desmerece un pelín...

¿Y el fondo? Hombre, pues que Amis no descubre nada que no sepamos. Sabemos que el régimen de Stalin fue terrible, que la URSS padeció una época de hambre que mató a millones de personas, que las purgas de la vieja guardia bolchevique acabaron con toda oposición a Stalin, que la gente no tenía libertad, que había campos de prisioneros, que había deportaciones, fusilamientos... Vale. Lo sabemos. Lo aceptamos. Lo rechazamos. Lo condenamos.

Pero de ahí al empecinamiento de Amis en comparar a la URSS de los 30-40 con la Alemania nazi de Hitler... Bueno. Pues no. Creo que el terror de la URSS proviene básicamente del error, de la equivocación (un error terrible, claro, con el resultado imperdonable de millones de muertes... Sin excusa, vale). Stalin y los suyos creían en un "mundo alternativo" (así es como lo cita Amis) y se equivocaron terriblemente. Provocaron el hambre de su país con las colectivizaciones y el acoso a los campesinos (pero no creo que lo buscaran), impusieron una industrialización a golpe de represión (y lo conseguieron: el salto de la Rusia rural de 1917 a la URSS de después de la Segunda Guerra Mundial es innegable, aunque con un coste espantoso). Coartaron la libertad intelectual, y mucho más... Fue el fruto del error.

Los campos nazis eran máquinas programadas de muerte, de exterminio. El régimen de Hitler, desgraciadamente, no vivía bajo el error. Desde antes de su llegada al poder, estaba bien clarito su programa y prioridades. Y casi no se apartó ni una coma del plan. No fue un error, sus objetivos los cumplió. Aunque luego no le salió bien porque otros no le dejaron. El régimen nazi tenía como propósito la eliminación de grupos, de colectivos, de pueblos.

Comparar a la Alemania nazi con la URSS de Stalin no me parece muy exacto. A pesar de la repugnacia de unos y otros. Soy de izquierdas y ya sé que el régimen comunista de la URSS fue un infierno, pero siguen habiendo categorías: y los nazis eran muy nazis... ¿Qué les movía? La limpieza quirúrgica del mundo y el imperialismo. A los otros, terriblemente equivocados insisto, en la práctica y en la teoría, les movía la construcción de un mundo alternativo. Un experimento fallido y desastroso, pero no demoníaco como lo de los nazis.

Y remito a la discusión que hubo en otro blog, el de efimera, con un interesante cruce de opiniones sobre el libro. Muy recomendable: y encima practiqué mi galego ;-)

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