Entre los Simios

22/12/04

0,7%: a la tercera

El domingo unas 30 personas intentan acampar en unos jardines de Barcelona para recordar las masivas movilizaciones de 1994 que reclamaban el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo para los países más pobres. Diez años más tarde el objetivo sigue lejos. España llega al 0,30. Cataluña promete llegar al 0,6 en 2007. Veremos.

De ahí la vigencia de la protesta, su validez, su carácter simbólico. Son 30 personas, son 10 tiendas... Pero el Ayuntamiento de Barcelona dice que no. Que no se puede acampar en la vía pública. Que no.

Y no lo permite, claro. El lunes ya son 50 las personas que pretenden acampar. Pero tampoco: carga policial, se requisan tiendas, se reparten porrazos, se lanzan gases... Una veintena de contusionados.

Y el martes ya son 150 los que quieren acampar, aunque el intimidante cordón policial lo desaconseja. 20 furgonetas de policía para 150 activistas. Tras una asamblea, se plantan las tiendas en la acera, libre de policías, y no en el parterre. La protesta, tras tres intentos, se visualiza. Y entonces llegan las preguntas:

-¿Por qué el Ayuntamiento crea un problema de algo que no hubiera pasado de un acto simbólico? Tenía a 30 personas movilizadas y, por su empeño en reprimir la protesta, ahora ya tiene a más de 150 y a los medios de comunicación siguiendo diariamente el suceso... Torpes los responsables municipales en su pulso con los movimientos sociales de la ciudad, siempre tan activos y organizados.

Y lo peor: ¿Por qué el año pasado se permiten acampadas contra la guerra de Irak en sitios mucho más comprometidos que un jardín de la Diagonal, como la Delegación del Gobierno central o la misma plaza donde están ayuntamiento y gobierno catalán? ¿Es que querían sacar provecho de las protestas y ahora ya no les vienen bien?

¿Por qué desde el ayuntamiento se alardea de una Barcelona movilizada por la paz y los derechos humanos y, por otro lado, se intenta reprimir una protesta pacífica y simbólica por los más pobres? ¿Es coherente? ¿Es coherente, sobre todo, tras la celebración de los fastos del Forum Barcelona 2004 con valores como la paz o los derechos humanos?

¿Es que la movilización ciudadana se enciende y se apaga, se activa o se desactiva, según los intereses del poder político? Qué equivocados. Qué incoherentes. Cuánta hipocresía en un gobierno municipal de Barcelona que se llama progresista...

Etiquetas: