Manifestación

Unos dicen que eran un millón. Las autoridades, unos 100.000. En Contrastant, un sitio que se encarga desde hace años de contar, literalmente, a los asistentes a las manifestaciones, dicen que unos 80.000 máximo.

De un millón a 80.000: vaya. Se trata del tradicional baile de cifras de los asistentes a la manifestación del sábado pasado en Barcelona con el (para algunos) peligroso lema "Som una nació, pel dret a decidir": Somos una nación, por el derecho a decidir. Leer más...

¿Por qué en este país de pandereta es imposible conseguir una cifra más o menos exacta del éxito o el fracaso de una "mani"? ¿Por qué se utiliza la cifra para hincharla o menospreciarla según el color político y los intereses de unos y otros? Esto no es nada serio.

Yo tengo un método que normalmente no falla. Sumas la cifra de los organizadores, luego la de las autoridades, y divides por dos. No es muy científico pero evitas el ridículo... Aunque con lo del millón del otro día de los organizadores de la marcha nacionalista se han pasado tres pueblos... Y así no hay manera de que te cuadre nada.

Empiezo a estar harto de que en Barcelona cuando hay una gran manifestación se hable del puñetero millón... En BCN viven 1,5 millones de personas: un millón en la calle, vamos, ¡que no cabemos, hombre!

Fisk

Estos días ha visitado España Robert Fisk, corresponsal en Oriente Próximo desde hace más de 30 años. Crítico acérrimo del presidente de su país, Blair, y de Bush y de todos los que nos lanzaron a la maldita guerra de Irak, la verdad es que el hombre recibe muchos palos, pero también encendidos elogios.

Quién lo lea asiduamente verá que el paso del tiempo le va dando la razón. Se burló de la existencia de las armas de destrucción masiva que la Santísima Tinidad de las Azores insistieron en hacernos creer. Y ahí está: nada de nada. Dijo que la guerra de Irak no terminó cuando Bush aterrizó en el portaviones. Que, al revés: empezaba entonces. Y la dramática rutina de muerte, terrorismo y sangre no deja de golpear a Irak (tres años después, ojo...). Leer más...

Fisk está de gira, presentando un pedazo de libro La gran guerra de la civilización (nunca mejor dicho, 1.500 páginas...). Asusta leerlo, pero prometo comprármelo a ver si con un poco de rutina lectora obligada lo termino antes de verano. En una interesante entrevista a La Vanguardia, Fisk lanza frases de esas que estremecen por contundentes pero honestas, llenas de ese nervio del periodismo auténtico y tocapelotas con el poder que comentaba ayer. Ahí van: "El problema de nuestros líderes es que no leen... y algo mucho más serio: nunca han estado en una guerra. No han vivido de forma personal el drama que genera toda guerra".

"Cuando hace treinta años empecé a informar sobre Oriente Medio, escribía frase tras frase, muy seguro de lo que decía. En las crónicas más recientes, un 30% de las frases acaban con interrogantes".

"La palabra terrorismo ya no tiene ningún significado. ¿Qué significa la guerra contra el terrorismo? Es una palabra que no sirve porque sólo nos permite decir "vamos a dar una respuesta militar", y esta respuesta no funciona".

Y la mejor para mí, algo de sentido común y que suelo comentar con los que opinan de la difícil resolución del conflicto Israel-Palestina: "La solución es que se cumpla la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU: retirada de Israel de los Territorios Ocupados. Los asentamientos deben desaparecer". Más claro, el agua.

Qué noche, qué suerte

Buenas noches, y buena suerte: peliculón del año.

Apenas 90 minutos que transcurren de un plumazo, ese cine bueno, de ideas, de palabra, que te mantiene clavado en el asiento mientras lo vas saboreando como un dulce. El bueno de George Clooney va ganando peso cinematográfico y se vislumbra a un futuro Eastwood de la próxima década, aunque con más cosas y más importantes que decir. ¿Quién cree que el cine norteamericano está muerto? Clooney pisa fuerte. Con sólo dos películas como director, desde ya me abono a sus futuros proyectos. Leer más...

La película narra el enfrentamiento del periodista Ed Murrow y su equipo, en la CBS, con el senador Joseph Mc Carthy, triste impulsor de la caza de brujas estadounidense a todo aquél a quien se pudiera relacionar con el comunismo en los 50. Se estigmatizó a todo un colectivo de gente progresista, se negaron derechos fundamentales desde la democracia más ejemplar del mundo, se atacó al individuo, al ser libre, y sólo por sus ideas… Fue una época triste para EE UU, con paralelismos con lo que ahora está pasando con la puñetera War on Terror de Bush.

Murrow ataca sobre todo los métodos del senador: basados en pruebas invisibles, testimonios anónimos... Ningún actor representa a Mc Cartyhy en la película, lo hace él mismo con la (inteligente, soberbia) utilización de material real de archivo: y es impresionante lo que se ve. A un histérico, a un paranoico, a un tipo quizás enfermo, que no dudaba en insultar a sus críticos sin tan siquiera oponer argumento racional alguno... Te preguntas cómo ese tipo pudo hundir a tantas personas honradas, con esa impunidad...

El filme ataca cuestiones que ya se planteaban 50 años atrás pero que tristemente forman parte de nuestra realidad actual: la renuncia creciente de la investigación periodística, o simplemente del buen periodismo, y la conversión cada vez más absurda y sin fin de los de comunicación, y en especial de la TV, en una fábrica de entretenimiento que, concebida para evadirse de la realidad y no abordar los problemas, funciona bajo el control de la publicidad y la guerra de audiencias.

Y nada ha cambiado. En todo caso, ha empeorado. Quedan pocos héroes del periodismo cómo Murrow y su equipo en la actualidad. Eso sí es una mala noticia. Pero qué buena noche al ver esa película, y qué suerte…

Y América propone

Desde Caracas, la interesante declaración de redes internacionales y organizaciones de países de América Latina reunidos en el último Foro Social. Para que luego digan que en espacios como el FSM sólo se critica y no se propone. Eso no es verdad: ahí va un resumen de una declaración ambiciosa pero téoricamente muy interesante, con una retórica realista y concretando el modelo deseado para América Latina.

-Construcción de una cultura y una ética democráticas, en las que la ciudadanía sea propositiva y ejerza control social en la acción pública, a la vez que desempeñe un rol central en el sistema político que incluye partidos y gobiernos.

-Descentralización y socialización del poder, implementación de mecanismos participativos, realización de las consultas a los pueblos indígenas.

-Derecho a la información y acceso a la información pública como herramienta para la educación política y por la democratización y el control social a los medios de comunicación. Leer más...

-Que las economías crezcan en función de realizar los derechos de la gente, de garantizar la soberanía de nuestras naciones y de posibilitar la existencia de sociedades y Estados de verdad democráticos.

-Que los Estados latinoamericanos accedan por fin a la condición de instrumento de los intereses generales y por lo tanto subordinen la economía a la política democrática y propicien un nuevo modelo de desarrollo, entendido como el disfrute de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, en el marco de la equidad, de la justicia y la sustentabilidad.

-Fortalecer los movimientos sociales y las redes que se movilizan en procurar derechos y en ejercicio de la ciudadanía. Esto implica articularse, construir agendas comunes y actuar de manera conjunta en los escenarios nacional e internacional.

Arquitectos de palabras

Los arquitectos ahora se mueven en otro terreno mucho menos sólido pero quizá más valioso: las palabras, las ideas. Eso sí, los sin fronteras: ASF acaba de lanzar esta interesante campaña, Arquitectura de las Palabras, en castellano y catalán, un portal para promover la reflexión y la participación social a través de las palabras, la escritura. Muy recomendable por lo innovador de la propuesta y por insólito en el mundo de las ONG, a veces demasiado reacio a los experimentos. Y Arquitectura de las palabras lo es.

Son pequeñas cápsulas, 31, pensamientos en voz alta, pequeños cuentos, verdades rotundas bajo el bonito manto de la literatura y las palabras bonitas que van dibujando una visión inconformista y crítica del mundo de hoy. Y con un espacio para que cualquier persona mande sus aportaciones, reflexiones, comentarios... Leer más...

Aleatoriamente, un par de perlas:

"La tormenta de la desigualdad arrecia (...) chorreando apariencias, arrugados de mercado, sudando consumismo (...) donde ese dios llamado mercado sabe engatusarnos hasta el desengaño".

(...) "Por eso existen políticos capaces de decirnos con el más alegre de sus rostros que la guerra es tan natural como el yogur, porque cuando uno es grande, que entenderlo: los demás son cualquiera."

Como dice su autor, y actual responsable de comunicación de ASF España, Jesús Barcos, "Las palabras abren y derriban ideas y acciones". Pues eso: pico y pala, y a darle al mundo, que hay que cambiarlo.

+ Pasea por Arquitectura de las Palabras

¿Un FSM invisible?

Sorprendente la casi nula cobertura en los grandes medios españoles de los recientes encuentros del Foro Social Mundial en Bamako (Mali) y Caracas (Venezuela). Sorprendente su ausencia de las principales cabeceras y de los informativos televisivos.

Parece que todos se pusieron de acuerdo esta vez para que el FSM 2006 fuera el del vacío, y así fue realmente para el gran público, que esos días casi ni se enteró del evento.

Esta vez no funcionó presentarse como la otra cara de Davos, que sí salió en los medios, claro, porque iban entre otros Bono (el cantante que se cree Dios y se fotografía cada quince días con Bush) o la parejita de moda, Brad Pitt y la Jolie, de la que se aireó una gran noticia para el futuro de la humanidad: esperan bebé... Leer más...

¿Qué falló? Supongo que tras seis ediciones el modelo que empezó en Porto Alegre empieza a encallarse. No en contenidos ni capacidad de movilización ni atracción de gente de todo el mundo, ni tan siquiera en formulación de alternativas, pero quizás sí en fórmulas que resulten atrayentes para los medios.

No sé, igual era un iluso y creía que el FSM ya había conquistado su espacio anual en los medios pero veo que no es así. Y es una pena porque la edición 2006 por primera vez se ha descentralizado y ha visitado el continente africano, en Bamako, para hablar de inmigración y mujer, cuestiones centrales del futuro del desarrollo del Sur.

Siendo malpensado, igual los medios no quisieron hacer el vacío al FSM sino simplemente a Chávez y a su (para ellos) inquietante revolución bolivariana. Caracas no era entonces para los medios un FSM, el espacio de encuentro y debate de la sociedad civil organizado del Norte y el Sur, sino un escaparate propagandístico del presidente venezolano. Se equivocaron, claro, pero así funcionan. Triste, porque alguno de los documentos del FSM americano es realmente interesante. Lo vemos en otro post.

Una mirada

Esta mirada me encanta. El mundo tiene futuro. A pesar de que el lamentable episodio de las viñetas de Mahoma parece dar la razón a Huntington, el tío ese del choque de civilizaciones... Me gustaría creer que se equivocaba pero ya veremos. Mientras, miro esta foto... y sonrío.